DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS DE LA ORDEN MARTINISTA TRADICIONAL PRIMITIVA
ORDEN DE LOS CABALLEROS MASONES ELUS COËN DEL UNIVERSO
La Orden Martinista Tradicional Primitiva establece sus márgenes de forma que sean lo bastante flexibles como para respetar el individualismo que caracteriza el verdadero martinismo y lo bastante rígidos como para que dicha Orden no se desintegre con el más leve soplo.
La Orden Martinista confiere el Grado de S.I.. A estas dos letras se le han adjudicado muchos significados: “Supérieur Inconnu” (Superior Desconocido); “Souverain Juge” (Soberano Juez, grado de los Elus Coën de Martines); “Société des Initiés” (Sociedad de Iniciados); “Société Inconnue” (Sociedad Desconocida); “Sage Inconnu” (Sabio Desconocido), etc… Algunos han ido todavía más lejos y han querido ver en ellas, las siglas de la Sociedad de Jesús…
Sin embargo, lo cierto es que la OMTP da a estas siglas, el sentido de “Sage Initié” (Sabio Iniciado), es decir, simplemente: “puesto en el camino de la sabiduría…”
He aquí la Declaración de Principios de esta Orden:
I. La O.M.T.P. es un grupo espiritualista que une fraternalmente a todos aquellos que admiten la necesidad de una redención individual y colectiva, basada en las enseñanzas de Martinés de Pasqually y Louis Claude de Saint Martin.
II. Conforme a las enseñanzas de Martinés de Pasqually y de Louis Claude de Saint Martin, reconoce la verdad de la Caída y afirma la necesidad de la Reconciliación del Hombre con su Principio.
III. La O.M.T.P. esta próxima de la Tradición Cristiana, en cuanto a lo que esta contiene de la “verdadera y universal Escuela de Alejandría”, pero no podría adherirse a ningún exoterismo, fuere este el que fuere. La herencia iniciática conservada y transmitida por la O.M.T.P. es un espiritualismo transcendente. La O.M.T.P. respeta las diferentes formas de la Tradición que no son sino formas fragmentadas de la Tradición Primordial. Como dice muy bien nuestro Hermano Robert Amadou: “No se trata, como en la Teúrgia antigua, o en la Teúrgia de la Edad Media, ni tampoco, o solamente, de una operación que trabaja con los ángeles para un fin personal o en provecho de otros, sino que se trata de cumplir el culto primitivo, celebrar el culto primitivo”. Y es aquí- como lo indica R. Amadou y como lo indica el apelativo de nuestra Orden Martinista Tradicional y Primitiva- donde está la clave. Martinés de Pasqually en su obra “Tratado de la Reintegración de los Seres”, no emplea la palabra Teúrgia. Aunque es bien cierto que emplea la teúrgia y enseña un culto teúrgico. Sin embargo, el habla de culto, un culto que es el culto primitivo. Un culto primitivo que se remonta a Noé o aun más allá de Noé, que se remonta a Adán. Y este culto está destinado a conseguir la reconciliación individual. Pero esta reconciliación no sería perfecta para cada hombre, hasta que el mundo entero no esté reintegrado. Bien entendido que la materia reintegrada es materia inexistente, puesto que siendo su principio inexistente, esta reintegración no puede efectuarse sino en la inexistencia, es decir que todo desaparecerá, excepto las formas transmutadas.
Martinés Y Saint-Martin habían dado un alma al martinismo y Papus le había dotado de cuerpo. Bien es verdad que las almas por su privilegio de inmortalidad, escapan al tormento de las disensiones, celos y ambiciones, pero no ocurre así con los cuerpos que no son más que pasajeros.
Al correr el tiempo, según el humor de los unos y de los otros, la unidad se deshizo en ramas que salieron de un tronco común. Desde 1922, Víctor Blanchard fundó la Orden Martinista Sinárquica (O.M.S.) dirigida más tarde por Louis Bentin, resurgente francés residente en Inglaterra. En 1975, una patente fue librada.
En Francia, en 1931, Augustin Chaboseau funda la Orden Martinista Tradicional (O.M.T.) y, en 1948, Jules Boucher crea La Orden Martinista Rectificada. En 1968, bajo el impulos de Robert Ambelain, fue creada la Orden Martinista Iniciática (O.M.I.), enraizada en la masonería de Memphis-mizraïm. Se podrían evocar escisiones más recientes del tronco común, presidido, como ya lo hemos visto, por Emilio Lorenzo, sucesor de Philippe Encause: la Orden Martinista Liberal (O.M.L.) que ha conocido, así mismo una escisión que desembocó en la Orden Martinista de los S I (O.M.S.I.) y finalmente nosotros mismos la Orden Martinista Tradicional Primitiva (O.M.T.P.)
Esta, en el más puro espíritu del martinismo, reagrupa un pequeño nódulo de buscadores, fieles a la filiación espiritual de los maestros que nos han precedido y a la enseñanza Martinecista y Saint-martinista.
~ CARTA MARTINISTA ~
Ordre Martiniste des Chevaliers Élus Coëns
LA GRANDE CHARTE DU MARTINISME
"Le martinisme est un système initiatique fondé dans sa forme moderne par Papus, mais inspiré par une série de systèmes précédents crées ou modifiés entre la fin du 17e siècle et le début du 18e par Jacques de Livron Joachim de la Tour de la Case Martinez de Pasqually (1724-1774), Jean-Baptiste Willermoz (1730-1824) et Louis Claude de Saint Martin (1743-1803). Afin de les distinguer du martinisme contemporain codifié par Papus, les doctrines de Martinez Pascally et Willermotz ont été appelées respectivement "martinézisme" et "willermozisme". Au système de Saint Martin on réserve le nom de "martinisme" mais, puisqu'il n'y a pas une totale coïncidence avec les enseignements successifs de Papus, le terme "Saint-Martinisme" serait plus approprié". Il faut ajouter que ce courant initiatique de pensées, "d'opérativité" comme on veut bien le définir est contrairement aux autres écoles initiatiques un système philosophique qui se relie à la maïeutique socratique, au néoplatonicisme, à l'humanisme jusqu'à friser les principes qui régissent la psychologie des profondeurs actuelle. La doctrine martiniste contemporaine est énoncée (dans ses bases) par les huit points de la Grande Chartre du Martinisme, réélaborée par les Initiateurs de l'Ordre Martiniste Universel. Ces huit points sont énumérés ci-dessous et commentés par le G.M. de L'O.M.U. et repris par l’Ordre Martiniste Traditionnel Primitif.
ALGUNOS PRINCIPIOS GENERALES DE LA ORDEN Y CONDICIONES PARA LA ADMISIÓN
La Orden Martinista, acoge entre sus miembros a personas de ambos sexos. Los grupos se llaman Logias, Capítulos o Héptadas. Sus miembros proceden de todas las capas sociales sin distinción de fe religiosa, ideología polñitica, clase o status social, etc. teniendo como objetivo el perfeccionamiento espiritual de sus miembros por el estudio y el conocimiento de la tradición iniciática.
La Orden sigue exactamente la orientación cultural, filosófica, litúrgica y mística que nos ha sido dada por Louis Claude de Saint-Martin y Martinés de Pasqually, es decir, la que corresponde a la Iglesia cristiana primitiva, la vía cardiaca y el pensamiento de las antiguas escuelas de Alejandría, lo cual es decir Filosofía y Teología.
La Orden no impone en lo más mínimo restricción doctrinal dogmática alguna a sus miembros ya que su deseo es un “más allá” de ello. La Orden enseña todo aquello que considera útil, dejando a sus miembros en la plena libertad de aplicación del conocimiento adquirido, según su propia experiencia y asimilación.
La Orden divide sus enseñanzas en tres grados llamados: Asociado, Iniciado y Superior Desconocido o Sabio Desconocido, de forma que los Martinistas que lo merecen puedan avanzar en sus estudios.
Para ser admitido en la Orden, el postulante debe tener 21 años cumplidos. El postulante debe ser libre, honesto, de buena moralidad y obediente a las leyes del país en cual resida. Su conducta, en tanto que ciudadano libre deberá ser intachable.
El postulante no debería ser ateo.
El postulante deberá mostrar la más grande tolerancia hacia todas las confesiones religiosas.
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Contato:
Si quieres ponerte en contacto con nosotros para recibir más información o solicitar la admisión, puedes escribir un mail a la siguiente dirección:
"Los Compañeros de la Rosa"
Janus-sophia, Associació cultural i filsofica de La Selva
Can Pansa 10-12 1º 4ª 17310 LLoret de mar (Gerona)
Rosalía Colomo
Responsable de la Orden Martinista Tradicional Primitiva, Delegación Hispánica
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